Acerca de las problemáticas que atravesaba el sector rural en aquellos años 40, encontramos el siguiente pasaje en el Libro del Centenario:
...."En 1946, los agricultores volvieron al ruedo y plantearon una cuestión que para ellos era central: la propiedad de la tierra. En enero de ese año el diario La Reforma titulaba: “La tierra es para quien le prodiga como abono fertilizante su propio sudor”. Allí se reproducía la nota de un grupo de agricultores de la zona de Caleufú enviada por telegrama al Consejo Agrario Nacional. La misma estaba firmada por los representantes de la Federación Agraria Argentina de Caleufú, entre quienes se contaban José Giraudo (presidente), Bartolomé Perassi (vicepresidente), Alejandro Assone (secretario) y Juan Godino (tesorero), como así también por los colonos de los lotes 10 y 11 letra D y 15 letra C de la sección 7°, propiedad de la Sociedad Anónima Estancias y Colonias Trenel. El objetivo de la nota era solicitar al Consejo la compra o expropiación de los campos que estaban arrendando, con la finalidad de que se los entregaran en venta y pudieran acceder a la propiedad, en un contexto en el que, según afirman Osvaldo Barsky y Jorge Gelman, el gobierno nacional favorecía la compra de tierras mediante el sistema crediticio oficial."