El aporte inmigratorio es representado en la pintura por una escena familiar, que remite a "la férrea voluntad de esos hombres y mujeres,que vinieron de otros países con sus ansias de trabajo y amor entrelazándose con lo nativo”. La cabellera de la mujer “sigue la dirección del viento pampeano que sopla con fuerza, levantando arenales”.
La economía de la zona también tiene un lugar importante en el mural, buscando dar cuenta del trabajo agropecuario, la explotación forestal y el tendido de líneas férreas. Así, aparecen sembrados que “representan el trabajo tesonero y fecundo de los hombres"; la imagen de un hachero, “explotador circunstancial de la madera de caldén como combustible para el funcionamiento del ferrocarril en el orden nacional"; y el ramal ferroviario “El Desvío”, puntal para el transporte de la producción de la industria maderera que se desarrolló en la zona en las primeras décadas del siglo XX. También se incluye la figura de un caballo, “infaltable compañero de tareas rurales”, y de espigas de trigo y girasoles en representación de la tecnificación del agro, que permitió complejizar la estructura económica de la región “en beneficio del progreso de la Comunidad de Caleufú”.
Finalmente, se incluyen símbolos de la actividad religiosa y educativa de la población, como las imágenes de una iglesia y una escuela.